sábado, 22 de abril de 2017

Aspectos Neurobiológicos del Síndrome de Asperger

¿Qué es el Síndrome de Asperger?

 El Síndrome de Asperger (SA) es un trastorno del desarrollo, de base neurobiológica, que afecta al funcionamiento social y al espectro de actividades e intereses. Está vinculado a una disfunción de diversos circuitos cerebrales. Tomando en consideración que el déficit nuclear del SA es el trastorno de la cognición social, parece razonable atribuir un papel central a la amígdala y a la relación entre la amígdala y circuitos frontoestriados, temporales y cerebelo, estructuras involucradas en el desarrollo de la relación social. Puesto que el SA es un trastorno del neurodesarrollo, comparte características propias de los problemas del desarrollo del sistema nervioso en general.

Comorbilidad del Síndrome de Asperger

En la mayoría de los casos de SA las manifestaciones más importantes se ubican en el plano cognitivo y conductual, con unas características bastante específicas. Sin embargo, en una parte importante de niños con SA, existe comorbilidad con otros trastornos.
Las manifestaciones comórbidas que pueden asociarse al SA se resumen a continuación:

Comorbilidad en el Síndrome de Asperger
 Torpeza Motora / Trastorno del desarrollo de la Coordinación  Síndrome de Tourette / Trastorno Obsesivo-Compulsivo Trastorno de Déficit de atención-Hiperactividad / DAMP Trastorno específico del lenguaje / Dislexia / Hiperlexia Trastorno Semántico-Pragmático Trastorno del aprendizaje no verbal Depresión / Ansiedad.

Pruebas médicas complementarias

 No hay ninguna prueba biológica diagnóstica para el SA, por tanto sólo deben realizarse aquellas que estén orientadas a una manifestación comórbida (por ejemplo, un EEG, preferiblemente de sueño, para ayudar al diagnóstico de una epilepsia), o en casos raros en que se sospeche una etiología específica.

Tratamiento farmacológico del Síndrome de Asperger

No existe ningún fármaco específico para el SA, sin embargo es muy importante tratar algunos síntomas. Puesto que los resultados sobre el uso de psicofármacos en el SA están ampliamente avalados por la experiencia, en todos los casos resulta necesario plantearse la pregunta de si es posible mejorar los síntomas de un niño con SA mediante la prescripción de una medicación. No parece prudente, ni posiblemente sensata, una actitud obcecadamente abstencionista.

Principios generales para el Tratamiento Farmacológico del Síndrome de Asperger

• Vamos a tratar síntomas. 
• Se debe empezar a dosis muy bajas y hacer una escalada lenta.
• En la medida de lo posible, cuando sea pertinente, deben utilizarse escalas de conducta que permitan valorar la respuesta.
• No debe mantenerse un fármaco si no hay una clara evidencia sobre la eficacia.
• Periódicamente debe suprimirse la medicac ón para valorar si sigue siendo necesaria.
• En general, cada fármaco requiere unos con roles específicos.
• Valorar mediante cuestionarios específicos posibles efectos secundarios.
• “Natural” no es sinónimo de “inocuo”.

Productos “alternativos”


Una de las consecuencias de la actitud reticente al uso de psicofármacos en niños ha conducido a la expansión del uso de productos alternativos, también llamados “naturales”. El aspecto común entre ellos es que no están regulados por los controles sanitarios y de calidad requeridos para los productos registrados como fármacos. Entre estos abordajes se encuentran las megavitaminas, hierro, zinc, magnesio, piridoxina, ácidos grasos esenciales, antioxidantes, levadura de cerveza, dietas hipoglucémicas, eliminación de colorantes y aditivos de los alimentos y dietas sin gluten o cafeína.



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